¡Hola de nuevo a todos!

Esta semana vengo a contaros algo más personal, voy a hablaros de MELBOURNE.

Para los que no lo sepáis o no hayáis escuchado hablar de ella, es una ciudad de Australia que pertenece al estado de Victoria. Hace tiempo existía una rivalidad entre Sydney y Melbourne por ser la capital de Australia, pero al final se la llevó Camberra –según dicen sólo por estar en el medio y terminar con la discusión, porque por lo que se ve no es ni tiene gran cosa-.

Bueno después de esta breve introducción os voy a decir como terminó siendo MELBOURNE mi nuevo hogar.

Cuando decides mudarte de país, sea por la razón que sea, tienes que decidir:

¿Dónde vas a vivir?

Pues bien, a mí de primeras me llamaba mucho la atención Sydney, pero era (y es) bastante cara –en general, toda Australia lo es, aunque los salarios lo compensan-. Investigando sobre ambas ciudades descubrí que Melbourne había sido nombrada en los últimos años como “la mejor ciudad del mundo para vivir” (sólo tenéis que googlearlo, a las pruebas me remito):

Melbourne es la ciudad Hípster por excelencia, la ciudad está llena de lugares con un toque vintage, bohemio, hippie o retro, buen ejemplo de ellos son las tiendas de segunda mano o los mercadillos que te puedes encontrar.

Pero, todo esto es información que podéis encontrar en Internet, así que os resumo, antes de daros mi opinión personal: se dice que es la ciudad cultural y del deporte –doy fe de ello, todos y repito TODOS los fines de semana hay algún festival, ya sea de música, de comida o de ambos-, puedes llegar fácilmente a casi todas las partes de la ciudad –andando, bici, tren, tram (gratuito en el centro de la ciudad) o bus, también hay Uber y otra compañía que no recuerdo el nombre, pero que ofrece el mismo servicio; pero, os aviso, aquí el transporte es caro-, puedes ver las cuatro estaciones en un solo día –sí, peor que en Londres, lo mismo te levantas por la mañana con viento y el día nublado, luego te hace 30ºC, te llueve y bajan las temperaturas a menos de 10ºC, y lo sé porque lo he vivido– y no tiene mucha historia –pero así es casi toda Australia, ya que es todo bastante nuevo-.

Al final del post os dejo una infografía, por si alguno está pensando en venirse a Australia y aún tiene dudas sobre que ciudad elegir. –Espero que sigas leyendo hasta el final porque hay información que te interesa-. *

La PLAYA no está tan lejos como dicen, si vives en el CBD (centro de la ciudad) o cerca, con un tram puedes llegar fácilmente a St. Kilda o a Port Melbourne y las dos son bastante bonitas. Pero eso os lo cuento otro día en un post sobre “cosas que hacer en Melbourne”.

Cuando aterrizamos fuimos a parar a Brunswick un suburbio de Melbourne que tiene una calle llamada Sydney Road con tiendas de segunda mano muy pintorescas –aunque un poco caras-, restaurantes/ barecillos y cafeterías bastante curiosos y graffitis que puedes ver al girar en cada esquina. Estuvimos 2 semanas y media viviendo en aquella casa, pero yo no le encontré el encanto a aquella parte de la ciudad.

Sí, eran casitas muy monas, bastante bajas y se respiraba tranquilidad, pero yo necesitaba el movimiento que se tiene en el centro de la ciudad, el hecho de tenerlo todo a mano y no tener que estar cogiendo un tram de 30 minutos cada vez que vas a quedar.

Una vez que nos mudamos a Southbank, que es un suburbio que está al otro lado del Río Yarra (Yarra River), al lado del CBD y donde está el Edificio Eureka (Eureka Tower/ Eureka Skydeck) –curiosidad: segundo edificio más alto de toda Australia y el más alto de Melbourne, con 297,3 m de altura y 91 plantas, entre las que se reparten también 556 viviendas-.

Y que pudimos pasear tranquilamente por la ciudad sin tener que estar pendiente de buscar piso, empecé a encontrarle el encanto a esta ciudad.

No sé si es Melbourne o Australia en general, pero aquí he visto atardeceres preciosos. Como mencioné arriba todos los fines de semana hay festivales gratuitos con música, a veces en directo, que puedes disfrutar. Hay arte en cada rincón de esta ciudad: graffitis en mitad de la calle, lucecitas dentro de un garito, plantas artificiales, un muro de ladrillo en mitad de un edificio o vigas de madera. Son pequeños detalles que hacen para mí a esta ciudad especial a pesar de no tener apenas historia ni edificios antiguos que visitar.

Eso sí, hay numerosos museos, que te aconsejo que no dejes de visitar, porque muchos de ellos con carné de estudiante o a ciertas horas puedes visitarlos de forma gratuita.

El ritmo de vida Australiano es muy diferente, pero me empiezo a acostumbrar. Aquí a las 17h. cierran las cafeterías y empieza la happy hour hasta las 19/20h. Eso significa pintas y cervezas bastante baratas para lo que se suele pagar aquí. Si quieres salir todos los días puedes, aunque tendrás que cambiar el chip, empezar a beber antes e irte a la discoteca/garito/pub/club para las 21/22h.

–Pero os contaré un secreto, echo de menos la rutina de España y los planes de allí, en el sentido de cafés que acaban en cena, y cenas que acaban en juerga como diría Sofía Ellar. Que allí salir a tomar algo puede convertirse en la mejor noche de tu vida, y que si vuelves antes de las 3 sólo has salido a “cenar”-.

Ya me callo, sólo una última cosa: no todo es tan bonito como te lo pintan las agencias y los vídeos de YouTube. Aquí, cuesta encontrar casa y cuesta encontrar trabajo. Todo depende de las ganas que le eches y el tiempo que le dediques, a parte de la ciudad que elijas y la temporada en la que llegues. Fácil no va a ser, pero tampoco imposible. Próximamente POST sobre como está el tema del trabajo y la vivienda.

Antes de nada me despido con esta foto, por si aún os faltan motivos para dar el salto a Australia.

Espero que os haya gustado, dejarme vuestras opiniones en comentarios.

Nos leemos.

-M.

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Melbourne VS Sydney:

https://www.sempreviaggiando.com/2014/01/10/cual-es-mejor-sydney-o-melbourne/